Las empresas recién constituidas en España tienen cada vez más oportunidades de negocio en la contratación pública gracias a medidas que favorecen su participación. La Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público incorporó mecanismos para facilitar el acceso de PYMEs y empresas de nueva creación (menos de 5 años) a las licitaciones públicas. Históricamente, gran parte de los contratos públicos recaían en unas pocas compañías grandes, pero el escenario ha cambiado. A continuación, analizamos las ventajas competitivas de una empresa nueva frente a empresas consolidadas, las medidas que impulsan su participación en concursos públicos, y ofrecemos consejos prácticos para licitar con éxito siendo una empresa de reciente creación.
Ventajas de las empresas de nueva creación al licitar frente a empresas consolidadas
Aunque a primera vista una empresa nueva podría parecer en desventaja frente a competidores con larga trayectoria, lo cierto es que cuenta con varios puntos fuertes al participar en licitaciones públicas:
- Innovación y especialización: Muchas empresas de nueva creación (startups) están asociadas a la innovación y a nichos de mercado muy especializados. Esto les permite ofrecer soluciones novedosas o altamente personalizadas que las empresas tradicionales quizá no proporcionan con la misma agilidad. Su enfoque innovador puede ser un factor diferenciador valorado por la Administración.
- Agilidad y flexibilidad: Al tener estructuras más ligeras y menos burocracia interna, una empresa emergente puede adaptarse rápidamente a los requerimientos de un pliego y ofrecer un trato más cercano y flexible. Puede ajustar su oferta con mayor rapidez que una organización grande, respondiendo mejor a las necesidades específicas del contrato.
- Calidad sobre precio en la evaluación: La normativa actual fomenta la mejor relación calidad-precio en las adjudicaciones, en lugar de premiar únicamente la oferta más barata. Esto nivela el campo de juego, ya que una empresa pequeña pero de gran calidad y servicio puede ganar contratos sin tener que bajar temerariamente sus precios para competir con gigantes. Las PYMEs a menudo ofrecen mayor flexibilidad y atención al cliente, ventajas que ahora cuentan en la balanza de la decisión pública.
- Procesos transparentes e igualdad de trato: La contratación pública se rige por principios de transparencia e igualdad de oportunidades para todos los licitadores. Las Administraciones están obligadas por ley a tratar por igual a cada empresa participante y adjudicar al oferente con la mejor propuesta (no necesariamente la más barata). Esto significa que, si tu oferta es la más ventajosa, ganarás el contrato independientemente de que tu empresa sea joven o desconocida. No hay amiguismos: todos compiten con las mismas reglas claras.
- Menor competencia en contratos específicos: Contra lo que podría pensarse, muchas licitaciones (especialmente las de menor cuantía o muy especializadas) atraen a pocos competidores. De hecho, en múltiples ocasiones solo se presenta un único licitador, lo que se traduce en altas probabilidades de éxito si tu empresa decide presentarse. Las grandes corporaciones tienden a ignorar contratos pequeños, lo que deja espacio a nuevas empresas para ganar cuota en esos concursos con ofertas bien trabajadas.
- Pago asegurado y estabilidad financiera: Convertirse en proveedor del sector público aporta seguridad en los cobros y estabilidad. El Estado y demás entes públicos están legalmente obligados al pronto pago de sus facturas, con plazos máximos de 30 a 60 días y mecanismos que garantizan el cumplimiento. A diferencia del cliente privado, la Administración siempre paga (no puede quebrar y dejar de pagar), lo que reduce el riesgo de impagos. Para una empresa nueva con tesorería ajustada, cobrar a tiempo supone una gran ventaja.
- Referencias y prestigio: Ganar una licitación pública mejora la reputación de tu empresa. Ser adjudicatario estatal es sinónimo de cumplir altos estándares de solvencia y calidad, lo que te hará más competitivo en el mercado privado y abrirá puertas a nuevos clientes. Además, un contrato público sirve de referencia comprobable de tu capacidad, algo muy útil para futuras ofertas tanto públicas como privadas.
Medidas que favorecen la participación de empresas nuevas en licitaciones públicas
La legislación y las prácticas actuales de contratación han implementado medidas pro-PYME para nivelar el terreno y animar a las empresas de nueva creación a concursar en el sector público. Entre las principales medidas que te benefician se encuentran:
- División de contratos en lotes: Hoy en día, los contratos públicos deben dividirse en lotes siempre que sea viable técnica y económicamente. Esta fragmentación permite que las empresas pequeñas opten a porciones del contrato que estén dentro de su capacidad. Al partir un gran proyecto en tramos más pequeños, se reducen los importes y también los requisitos de solvencia exigidos por lote. Por ejemplo, en lugar de una mega-licitación única de 5 millones € accesible solo para corporaciones enormes, puede haber 5 lotes de 1 millón € donde varias empresas nuevas puedan presentarse cada una a un lote específico. De hecho, la Ley 9/2017 obliga a justificar expresamente cuando no se divide un contrato en lotes, lo que demuestra el empeño del legislador en facilitar el acceso a un mayor número de empresas.
- Menos trámites y burocracia simplificada: La nueva normativa ha simplificado significativamente el proceso de licitación para reducir las cargas administrativas de los licitadores. Por un lado, se creó el Documento Europeo Único de Contratación (DEUC), una declaración responsable estándar que sustituye la entrega de montañas de documentos en cada oferta. Ahora suele bastar con declarar que tu empresa cumple los requisitos, y solo la empresa ganadora deberá presentar la documentación original posteriormente. Esto ahorra tiempo y coste, animando a más empresas pequeñas a participar sin ahogarse en papeleo. Por otro lado, existen procedimientos abiertos simplificados (e incluso supersimplificados) para contratos de importe moderado, con plazos de oferta más cortos y menores exigencias formales. En estos procedimientos simplificados, si estás inscrito en el registro de licitadores (ROLECE, del que hablaremos más adelante), podrás presentarte con trámites mínimos. Todas estas medidas reducen barreras de entrada, haciendo más fácil que una empresa novel se anime a licitar.
- Cláusulas sociales y criterios de calidad: Las llamadas cláusulas sociales y medioambientales se han consolidado en la contratación pública reciente. Las Administraciones pueden incluir condiciones o criterios de adjudicación que premian objetivos de política social: por ejemplo, contratar a personas con discapacidad o en riesgo de exclusión, fomentar la igualdad de género en la empresa, reducir emisiones contaminantes, usar energías renovables, etc.. Estos criterios hacen que la adjudicación no se base solo en el precio, sino también en el valor añadido social o ambiental de la oferta. Para una empresa nueva comprometida con la responsabilidad social corporativa, estas cláusulas suponen una oportunidad de destacar frente a competidores más tradicionales. (Cabe señalar que, si bien estos requisitos pueden representar un desafío para quien no los cumpla, las empresas emergentes suelen tener mayor facilidad para adoptar prácticas sociales y sostenibles desde sus inicios.)
- Licitación electrónica y acceso universal a la información: Actualmente casi todas las convocatorias de contratos públicos se publican en plataformas electrónicas oficiales, accesibles libremente por internet. La principal es la Plataforma de Contratación del Sector Público (PCSP), junto con los perfiles de contratante de cada organismo. Desde la entrada en vigor de la ley, las PYMEs tienen acceso a la información completa de las licitaciones sin tener que pagar por bases de datos privadas. Esto democratiza el acceso: cualquier empresa, por nueva y pequeña que sea, puede enterarse de los concursos disponibles en su sector. Además, la presentación de ofertas es electrónica en la mayoría de administraciones, lo que agiliza el proceso y reduce costes (ya no necesitas imprimir y enviar documentación voluminosa como antes). La transparencia en la publicidad de contratos (incluso contratos menores a través del perfil de contratante) garantiza que las empresas recién constituidas puedan descubrir oportunidades de negocio con solo navegar un portal web. En resumen, la contratación electrónica elimina barreras geográficas y de información, permitiendo a una startup de cualquier punto de España competir por contratos en igualdad de condiciones.
- Modulación de requisitos de solvencia para nuevas empresas: Conscientes de que una empresa joven no tiene aún volumen de negocios ni proyectos realizados, las leyes de contratos han adaptado los criterios de solvencia exigibles. Para acreditar la solvencia económica, si tu empresa no tiene todavía cuentas anuales abultadas, puedes presentar un seguro de responsabilidad civil profesional o cumplir ciertos ratios financieros mínimos en lugar de mostrar gran facturación. Y en cuanto a la solvencia técnica o profesional, la LCSP prohíbe exigir experiencia previa en contratos similares a las empresas de nueva creación (en contratos de importe moderado), obligando a las administraciones a aceptar medios alternativos de acreditar la capacidad técnica. En la práctica, podrás demostrar tu solvencia técnica indicando el personal técnico cualificado que tienes, el equipo y maquinaria de que dispones, la plantilla media, o las titulaciones profesionales tuyas y de tus directivos, en lugar de presentar contratos ya ejecutados. Esto elimina el clásico círculo vicioso de “no tengo experiencia porque no me dan contratos, y no me dan contratos porque no tengo experiencia”. Incluso existen licitaciones de pequeño tamaño donde directamente no se exige solvencia mínima, abiertas a cualquier empresa o autónomo que quiera presentarse. Todas estas medidas hacen viable que una empresa recién constituida cumpla los requisitos y compita por contratos públicos desde el primer día.
Consejos para presentar con éxito una licitación siendo una empresa nueva
Si tu empresa es de nueva creación y te has decidido a dar el paso a la contratación pública, aquí tienes consejos prácticos para mejorar tus posibilidades de éxito en las licitaciones:
- Infórmate bien de los requisitos y prepara la documentación básica: Antes de nada, asegúrate de cumplir las condiciones generales para contratar con el sector público (estar al corriente de obligaciones fiscales y de Seguridad Social, no tener prohibiciones para contratar, etc.). Luego, revisa con detenimiento los pliegos de cada licitación para identificar las exigencias de solvencia financiera y técnica. Si careces de historiales financieros amplios, recuerda que puedes acreditar solvencia económica con un seguro de responsabilidad civil u otras fórmulas alternativas previstas en la ley. Del mismo modo, aprovecha las vías específicas para acreditar solvencia técnica siendo nuevo: enumera la experiencia y cualificación de tu equipo humano, tu equipamiento técnico, maquinaria, instalaciones, certificados de calidad, etc., en lugar de presentar contratos previos que no tienes. Ten presente que, por ley, no te pueden exigir experiencia previa en contratos similares si el tuyo es un negocio con menos de 5 años. Prepara de antemano toda la documentación administrativa frecuente (escrituras, DNI, certificados) para tenerlos listos al confeccionar la oferta. Una preparación meticulosa evitará contratiempos y te permitirá concentrarte en la propuesta técnica y económica.
- Inscríbete en el ROLECE (Registro Oficial de Licitadores): El ROLECE es una base de datos nacional donde figuran las empresas habilitadas para contratar con el sector público, incluyendo sus datos jurídicos y económicos. Inscribir tu empresa en este registro es gratuito y muy recomendable, ya que agiliza enormemente la presentación de ofertas. De hecho, para poder licitar en los procedimientos abiertos simplificados es obligatorio estar inscrito en el ROLECE. La ventaja de estar en el ROLECE es que no tendrás que aportar una y otra vez los mismos documentos en cada licitación; basta con adjuntar el certificado de inscripción junto con una declaración responsable de que tus datos no han cambiado. Esto reduce cargas administrativas y evita errores de última hora. Además, al estar registrado, tu empresa gana visibilidad: muchos organismos consultan el ROLECE en busca de potenciales proveedores y podrían invitarte a contratos menores o negociados. En resumen, apúntate cuanto antes al ROLECE para abrirte todas las puertas y ahorrar tiempo en cada oferta.
- Empieza por contratos asumibles y ve ganando experiencia: Como empresa nueva, es sensato ir paso a paso. Comienza participando en licitaciones de menor cuantía o en aquellos lotes de contratos grandes que se ajusten a tu capacidad actual. Por ejemplo, en vez de intentar un contrato nacional multimillonario, prueba con contratos locales o autonómicos más pequeños, donde los requisitos de solvencia serán más fáciles de cumplir. Ten en cuenta que existen muchos contratos menores (de importes inferiores al umbral de publicidad) que suelen tener menos competencia y trámites más simples. Estas pequeñas adjudicaciones pueden ser una excelente forma de lograr tus primeros contratos públicos y crear referencias. Como mencionamos, incluso hay licitaciones donde no se exige solvencia mínima, ideales para pymes emergentes que quieren estrenarse. A medida que ejecutes contratos satisfactorialmente, tu reputación y solvencia crecerán, habilitándote para optar a proyectos mayores. Recuerda el consejo: es mejor ganar varios contratos modestos y cumplirlos bien, que lanzarse a por uno gigante sin los medios suficientes.
- Utiliza las plataformas y alertas de licitaciones: Mantente informado diariamente de las oportunidades de tu sector. Lo mejor es registrarte en la Plataforma de Contratación del Sector Público (PCSP) y configurar alertas por tipo de contrato, sector y ubicación. La PCSP te enviará notificaciones al correo electrónico cada vez que se publique una licitación acorde a tus intereses, lo cual es esencial para no perder ninguna convocatoria relevante. Asimismo, consulta los perfiles de contratante de los organismos públicos de tu zona (ayuntamientos, consejerías, universidades, etc.) donde también se cuelgan licitaciones menores y anuncios. Existen además herramientas privadas y boletines oficiales que agregan licitaciones de múltiples fuentes – úsalos si te es posible, pero recuerda que la información base es pública y gratuita. Un truco útil es revisar las adjudicaciones recientes en tu ámbito: saber qué contratos se han otorgado y a quién (y en qué condiciones) puede orientarte sobre cómo enfocar tus ofertas. En definitiva, estar al día de las publicaciones te dará ventaja para preparar tus propuestas con el tiempo suficiente.
- Elabora ofertas de valor y destaca tus fortalezas: En la fase de preparación de la oferta, dedica esfuerzo a presentar una propuesta de calidad. Identifica aquellos elementos que hacen atractiva a tu empresa –por ejemplo, la innovación de tu producto, la alta cualificación de tu equipo, la flexibilidad para adaptarte a cambios, la proximidad geográfica al lugar de ejecución, etc.– y resáltalos en tu oferta. Recuerda que las Administraciones ya no solo miran el precio; cada vez otorgan más peso a criterios técnicos, de calidad y sociales. Demuestra cómo tu solución cumple (o supera) las especificaciones del pliego con un enfoque creativo y eficiente. Si en el pliego hay criterios de adjudicación ponderables, asegúrate de abordarlos uno por uno en tu propuesta, explicando las mejoras que aportas. Por ejemplo, si se valoran las medidas medioambientales, incluye tu plan de sostenibilidad; si hay cláusulas sociales, detalla cómo tu empresa incorporará a personas de colectivos desfavorecidos o fomentará la igualdad interna. Una empresa nueva puede aprovechar su ADN moderno para incorporar desde el inicio políticas sociales y verdes que sumen puntos en las evaluaciones. Cuida también la presentación: entrega toda la documentación solicitada, sin errores ni omisiones, y dentro de plazo. Una oferta bien estructurada, convincente y completa dará a tu pyme una imagen profesional y aumentará sus posibilidades de éxito.
- Considera colaboraciones y alianzas estratégicas: No estás obligado a ir solo a por cada licitación. Si un contrato te viene grande en cuanto a solvencia o capacidad, plantéate formar una Unión Temporal de Empresas (UTE) con alguna empresa complementaria. Las UTE permiten que varias empresas se unan puntualmente para concurrir juntas a un contrato público, sumando sus experiencias, personal y recursos para cumplir requisitos que por separado no alcanzarían. Esta estrategia es habitual para acceder a proyectos mayores: busca socios que aporten aquello de lo que carece tu empresa (por ejemplo, certificaciones, maquinaria, o presencia en cierta región) y ofréceles a cambio tu aporte especializado. Repartiréis trabajo, riesgos y os beneficiará a ambos si ganáis el contrato. Otra vía es participar como subcontratista: muchas licitaciones permiten (o incluso requieren) subcontratar parte del contrato. Puedes contactar a empresas grandes que suelen ganar contratos en tu sector y ofrecerte para ejecutar una parte del proyecto. De igual modo, fíjate en qué empresa resulta adjudicataria de concursos donde no ganaste y propón tus servicios para ese contrato. La subcontratación te permite tomar experiencia en la esfera pública sin ser el contratista principal, construyendo currículum de cara al futuro. Tanto la colaboración en UTE como la subcontratación son estrategias válidas para que una empresa novel participe en la obra pública de forma progresiva, asumiendo solo lo que puede gestionar y ganando credibilidad en el proceso.
- Aprende y persevera: Por último, mantén una actitud perseverante y de mejora continua. Es posible que no ganes la primera licitación a la que te presentes, ni la segunda; pero cada experiencia te servirá para pulir tus ofertas. Solicita siempre, si la ley lo permite, el informe de puntuación o valoración tras una adjudicación para conocer tus puntos débiles y fuertes respecto a los ganadores. Analiza a la competencia: ¿en qué podían estar mejor que tu oferta? Ajusta tu estrategia en consecuencia. También es recomendable formarse en contratación pública (cursos, jornadas, guías prácticas) para dominar la jerga y los procedimientos. Con el tiempo, irás entendiendo qué busca exactamente la Administración en tu sector y cómo puedes ofrecérselo de la mejor manera. No te desanimes ante los rechazos iniciales: la constancia es la clave del éxito en la licitación pública. Cada concurso ganado, por pequeño que sea, supone un paso adelante para tu nueva empresa en reputación, experiencia y volumen de negocio.
Conclusión
En conclusión, las empresas de nueva creación en España cuentan hoy con un entorno cada vez más favorable para licitar en el sector público. Las reformas legales han abierto la puerta a la participación de las PYMEs, reconociendo su innovación, calidad y aporte social. Aprovecha estas ventajas competitivas y medidas de apoyo: infórmate, prepárate y atrévete a concursar. Con una estrategia inteligente, incluso una empresa sin trayectoria puede ganar licitaciones públicas y hacer crecer su negocio de la mano de las Administraciones. El camino de la contratación pública puede parecer complejo al principio, pero las recompensas en estabilidad y crecimiento bien merecen el esfuerzo. ¡Tu empresa nueva también puede ser proveedora del Estado si juegas bien tus cartas! Entérate de las mejores alertas de licitaciones en España para tu empresa